Expresar Sentimientos: Descubre Por Qué Nos Cuesta Expresar Nuestros Sentimientos Y Cómo Mejorar Nuestra Habilidad Para Comunicarnos Emocionalmente

¿Por qué encontramos difícil expresar nuestros sentimientos? Muchos de nosotros nos cuesta reconocer y comunicar de manera clara y emocionalmente saludable nuestras propias emociones, incluso a personas cercanas. La experiencia puede sentirse a veces incómoda o como si estuviéramos rozando el rechazo. Pero también hay herramientas útiles para mejorar nuestra habilidad para expresar nuestros sentimientos.

Expresar sentimientos: Descubre por qué nos cuesta expresar nuestros sentimientos y cómo mejorar nuestra habilidad para comunicarnos emocionalmente. En este artículo exploraremos las raíces de la dificultad de expresar nuestros sentimientos, así como los recursos que existen para aprender a comunicarnos.

Exploraremos ciertas barreras que nos impiden abrirnos a la expresión emocional. ¿Por qué sucede esto?¿Cuáles son los motivos que nos impiden expresarnos con confianza? Dentro de los motivos, podemos identificar miedos relacionados con el rechazo o la burla. Las experiencias traumáticas de la infancia, y los mensajes que pueden habernos transmitido nuestras familias acerca de cómo es apropiado o no expresarse también pueden jugar un papel importante.

Además, veremos cómo podemos mejorar nuestra habilidad para expresar nuestros sentimientos. Aprenderemos cómo podemos identificar nuestras emociones para nombrarlas de manera adecuada. Exploraremos el proceso de escuchar a otros sin juzgarlos ni criticarlos. Hablaremos también sobre cómo podemos establecer límites sanos y ser respetuosos al mismo tiempo que preservamos la conexión.

Finalmente, veremos cómo podemos conectar nuestros sentimientos con nuestras acciones. Esto nos ayudará a comprender mejor cómo forman nuestras decisiones y acciones los sentimientos. Entenderemos cómo nuestras vidas cotidianas son influenciadas por esos sentimientos e incluso cómo pueden afectar a los demás.

En este artículo, exploraremos la profundidad de nuestras emociones y cómo podemos conectar con ellas para mejorar nuestra habilidad para comunicarnos emocionalmente. Aprenderemos cómo los sentimientos se relacionan con la salud mental, las relaciones interpersonales y la propia identidad. Al final del artículo entenderás cómo utilizar tus emociones para tomar decisiones informadas y para fortalecer tu comunicación con los demás.

Índice de Contenido
  1. Cómo expresar lo que sentimos adecuadamente - Psicóloga Maria Elena Badillo
  2. PRIMARIA: EXPRESANDO Y CONTROLANDO MIS EMOCIONES
  3. ¿Por qué nos cuesta expresar nuestros sentimientos?
  4. ¿Cómo puede mejorarse la habilidad para comunicarse emocionalmente?
  5. ¿Qué son los sentimientos y emociones?
  6. ¿Cómo afecta el no expresar nuestros sentimientos?
  7. ¿Qué herramientas se pueden usar para aprender a gestionar las emociones?
  8. Herramientas para aprender a gestionar las emociones
  9. ¿Qué estrategias pueden ayudar a compartir sentimientos con otras personas?

Cómo expresar lo que sentimos adecuadamente - Psicóloga Maria Elena Badillo

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PRIMARIA: EXPRESANDO Y CONTROLANDO MIS EMOCIONES

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¿Por qué nos cuesta expresar nuestros sentimientos?

Muchas veces nos resulta complicado expresar y comunicar nuestros sentimientos. Esta dificultad es producto, principalmente, de las creencias y modelos culturales dominantes. Desde pequeños nos enseñan a actuar conforme a los códigos sociales y normas dictadas por la cultura en la que nos formamos, esto influye para tener control sobre lo que expressamos y hacia donde llevamos nuestras emociones. Estas imposiciones sociales limitan nuestra capacidad para procesar nuestros sentimientos. Nos enseñan que no hay que involucrar los sentimientos con las decisiones y que debemos ser lo suficientemente racionales como para evitar el llanto. Cuando optamos por expresar nuestros sentimientos, se genera un nivel de vulnerabilidad que desconocemos cómo gestionar.

Algunas razones por las que nos cuesta expresar nuestros sentimientos son las siguientes:

  • Miedo al rechazo. Debido a su naturaleza vulnerable, tememos que nuestras manifestaciones afecten la opinión de los demás hacia nosotros.
  • Miedo al fracaso. Esta situación implica el miedo a fallar en la negociación, a hasta en la creación de un vínculo con alguien más.
  • Miedo a parecer débil. Esta creencia no solo afecta nuestras relaciones interpersonales sino también nuestra autoestima. Muchas veces asumimos que el exteriorizar la emoción significa debilidad.
  • Miedo a perder el control. Tenemos la creencia de que nuestras acciones se verían afectadas si perdemos el autocontrol. Por ende, evitamos expresar los sentimientos porque tememos el resultado de perderlo.

Esta dinámica influye de tal modo que determina que muchas veces éstos se encierren dentro de nosotros sin poder expresarse. Aunque estas ideas provienen de nuestras experiencias personales, es importante tener presente que los sentimientos son legítimos y necesarios para sanar. Es necesario que sepamos reconocerlos, aceptarlos e incluso validarlos. En lugar de aprender a controlarlos, debemos entender que no tenemos que evitarlos o sofocarlos.

Si bien existen diversas formas de expresar nuestros sentimientos, como por ejemplo, la creatividad, dar un paseo, escribir, hablar en terapia o realizar algún tipo de actividad física, con el fin de liberar la energía emocional acumulada, es necesario que elaboramos estrategias para poder manejar nuestras emociones en aquellas situaciones en las que, por circunstancias, no podamos manifestarlas, como por ejemplo en un entorno laboral. Al mismo tiempo, el desarrollo de herramientas como el mindfulness nos permite descubrir nuevas formas de comprender y validar nuestros sentimientos.

¿Cómo puede mejorarse la habilidad para comunicarse emocionalmente?

La habilidad para comunicar emocionalmente de forma efectiva, nos permite comprender mejor el lenguaje no verbal para adquirir una percepción más profunda acerca de los demás. Esta capacidad para interpretar correctamente las señales del lenguaje no verbal, es indispensable para la construcción de relaciones sanas. Además, resulta imprescindible un conocimiento profundo de los propios sentimientos y emociones para poder identificar y conocer el estado emocional de aquellas personas con las que interactuamos.

La mejora de la habilidad para comunicarse emocionalmente requiere la adquisición de herramientas que nos permitan tener una mayor conciencia de nuestras emociones y las de las personas con las que socializamos, así como comprender y admitir los diversos sentimientos, creencias y perspectivas que cada uno posee. Estas habilidades se pueden obtener a través de:

  • Estar atentos a los detalles del lenguaje corporal.
  • Aprender a conectar tanto con nuestros sentimientos como con los de los demás.
  • Practicar la escucha activa.
  • Practicar el autoconocimiento y la autorregulación.
  • Preguntar y validar internamente lo que creamos que el otro está intentando comunicar.
  • Aceptar y comprender de manera empática los sentimientos de los demás.

Además, algunas técnicas pueden ayudar en el proceso de mejorar la capacidad de comunicación emocional, por ejemplo:

  1. Identificar los principales sentimientos que experimentamos
  2. Nombrar estos sentimientos con exactitud
  3. Comprender qué causa los estados emocionales, para así reconocerlos rápidamente
  4. Compartir los propios sentimientos con quienes te rodean, sin generar juicio ni prejuicio
  5. Hacer preguntas abiertas para entender mejor la perspectiva de los demás
  6. Examinar los propios prejuicios y preconceptos para reducirlos
  7. Trabajar por preservar la dignidad humana cuando se trata de opiniones contrarias
  8. Identificar gatillos emocionales para tener un mayor control de nuestra respuesta a la situación
  9. Saber cuándo expresar sentimientos y cuándo abstenerse de ellos.

¿Qué son los sentimientos y emociones?

Los sentimientos y emociones son reacciones biológicas provocadas por el entorno u otras personas, que manifestamos de forma consciente e inconsciente. Estas reacciones siendo un importante componente de la vida humana, nos ayudan a tomar decisiones, protegernos y darnos cuenta de lo que nos rodea. Los sentimientos se vinculan a los pensamientos que generamos, mientras las emociones permiten ejercer respuestas a nuestro entorno.

Por lo tanto, podemos explicar los sentimientos como ondas de energía generadas en los pensamientos que interpretamos como fuerzas positivas o negativas que nos acompañan según los temas que estemos tratando. En cambio, las emociones son aquellas reacciones más intensas que nos abren la puerta a sentimientos más profundos, como el amor, la pasión y la tranquilidad. Estas reacciones suelen presentarse de manera inmediata debido a un estímulo externo, mostrando diversos grados según cada emoción.

Los sentimientos se dividen en 8 categorías principales: felicidad, tristeza, alegría, sorpresa, enojo, miedo, desilusión y vergüenza. Estas son subdivididas en reacciones más detalladas que vislumbramos cotidianamente; como por ejemplo, la rabia se divide en furia o enfado.

Por otra parte, las emociones tienen 7 categorías principales:

  • Amor: Cariño, complicidad.
  • Alegría: Entusiasmo, contento.
  • Sorpresa: Incredulidad, asombro.
  • Tristeza: Tristeza, pesimismo.
  • Miedo: Temor, ansiedad.
  • Asco: Rechazo, aversión.
  • Ira: Cólera, ira.

Los sentimientos y emociones se manifiestan de manera exterior a través del lenguaje corporal, del tono de voz o a través de expresiones faciales aunque para poder identificarlas con mayor precisión, el mundo de la psicología utiliza diversas herramientas y técnicas para poder reconocer y comprenderlas adecuadamente.

¿Cómo afecta el no expresar nuestros sentimientos?

No expresar nuestros sentimientos afecta profundamente nuestro bienestar emocional. Cuando ocultamos nuestros verdaderos sentimientos, nos cerramos al mundo y nos convertimos en prisioneros de nuestros propios pensamientos y emociones. Esto puede conllevar a varias consecuencias como:
1. Problemas relacionados con el autoconocimiento, pues si no nos permitimos explorar nuestras emociones y sentimientos, nos dificultará llegar a conocernos realmente.
2. Dificultades para formar relaciones sanas, ya que nuestro comportamiento es frío por el hecho de estar reprimiendo nuestras emociones. Esto hace que la comunicación sea una tarea complicada de lograr.
3. Falta de control sobre nuestro estado anímico, si no reconocemos nuestras emociones es difícil saber cómo manejarlas adecuadamente. Así, no sabemos cuándo, cómo ni dónde debemos canalizar nuestros sentimientos.
4. Ansiedad y estrés, al no expresar nuestros sentimientos alcanzamos un punto de saturación emocional que puede conllevar a problemas depresivos, ansiedad o estrés.
5. Perdida de motivación, al estar reprimiendo nuestras emociones podemos caer en un estado de apatía y falta de energía que nos impide realizar tareas cotidianas.
6. Daño en nuestra salud mental, el hecho de no expresar nuestros sentimientos correctamente puede provocar trastornos psiquiátricos tales como fobias, ataques de pánico, depresión, entre otros.

¿Qué herramientas se pueden usar para aprender a gestionar las emociones?

Herramientas para aprender a gestionar las emociones

La gestión emocional es una habilidad muy útil que nos permite responder de manera racional y adecuada ante situaciones estresantes. Afortunadamente, existen una variedad de herramientas que podemos usar para desarrollar esta destreza. A continuación presentamos algunas estrategias eficaces para aprender a gestionar las emociones:

  • Aceptación. Reconocer que hemos sentido una emoción no significa que tengamos que actuar de acuerdo con ella. Es importante darnos cuenta de cómo nos sentimos pero sin juzgarnos por ello. Intentar ignorar nuestras emociones puede ser contraproducente porque nos impide conocernos mejor a nosotros mismos.
  • Identificación de emociones. Las emociones son complejas, por lo que debemos aprender a identificar los diferentes sentimientos que estamos experimentando al momento de la reacción. Esta es una destreza fundamental para ser conscientes de lo que estamos sintiendo y de qué manera nos influye.
  • Autoobservación. Esta es una técnica muy útil para prevenir futuras emociones indeseadas. Esta consiste en mantener una actitud abierta y compasiva al momento de observarnos a nosotros mismos. Si somos capaces de identificar nuestros patrones de pensamiento podemos tomar mejores decisiones.
  • Expresión de emociones. La comunicación de nuestras emociones es clave para el manejo de las mismas. Debemos dar espacio para expresarnos sin temor a ser juzgados. Esto nos ayudará a liberarnos de nuestras tensiones y ganar un mayor autocontrol.
  • Estrategias de afrontamiento. Estas consisten en técnicas prácticas como respiración profunda, mindfulness o el uso de imágenes mentales para procesar nuestras emociones de manera efectiva. Estas estrategias nos ayudan a encontrar soluciones inteligentes ante situaciones difíciles.
  • Entrenamiento en habilidades sociales. Estas habilidades nos permiten mejorar nuestro comportamiento en interacción con otras personas. Al trabajarlas podemos relacionarnos mejor con otros y ser más asertivos en nuestras comunicaciones.

Es increíble hacerse consciente de la cantidad de herramientas que la psicología ofrece para gestionar las emociones. Esto nos recuerda que hay muchas formas de aprender y mejorar como seres humanos.

¿Qué estrategias pueden ayudar a compartir sentimientos con otras personas?

Compartir sentimientos con otras personas no es siempre fácil. Esto se debe a que los sentimientos son algo muy personal, entonces nos resulta cómodo guardarlos para nosotros mismos. Sin embargo, expresar abiertamente nuestros sentimientos nos ayuda a tener una mejor relación con los demás.
A continuación presentamos algunas estrategias para ayudarte a compartir tus sentimientos con los demás:

  • Toma en cuenta la situación. Ten cuidado de no expresar tus sentimientos en el momento equivocado, como por ejemplo cuando la otra persona está ocupada con otras cosas y no puede prestarte la atención adecuada.
  • Usa tu intuición. Si sientes que la otra persona no está interesada en escuchar tus sentimientos, no los compartas hasta que veas que la situación es diferente.
  • Utiliza palabras concretas. Evita expresiones generales o abstractas para describir lo que sientes. Esto te ayudará a ser más específico y así la otra persona podrá comprender mejor lo que intentas decir.
  • Cuida tu tono de voz y el lenguaje corporal. Estas son dos partes importantes de comunicación que te permitirán transmitir mejor tus emociones. Intenta hablar con un tono de voz tranquilo y con un lenguaje corporal positivo para que la otra persona se sienta cómoda.
  • Presta atención al lenguaje verbal y corporal de la otra persona. Si notas que la otra persona evita hablar de sus sentimientos, esta es una buena señal de que quizás sea mejor no profundizar en el tema en ese momento.
  • No te sientas obligado a compartir tus sentimientos. Si la otra persona te hace preguntas acerca de tus sentimientos, no tienes por qué contestarlas. Siempre tienes el derecho de guardar tus emociones para ti mismo si así lo deseas.

Recuerda que compartir sentimientos con otras personas te ayuda a tener relaciones más saludables y profundas. Por lo tanto, intenta expresar tus emociones abiertamente cuando sea seguro hacerlo.

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